El Coworking es una solución reciente para un problema de siempre: encontrar un espacio de trabajo, moderno, bien equipado y activo a un precio asequible. Trabajar en un coworking significa compartir área de oficina con otros profesionales de diferentes sectores, en un espacio donde sus gestores crean conexiones personales y oportunidades de colaboración profesional para sus miembros. Bien alquilando oficina compartida o despachos independientes, no se trata solamente de un mero espacio compartido; es, de hecho, un lugar activo en el que se puede propiciar la oportunidad de generar nuevos proyectos en conjunto con otros compañeros.
¿Por qué coworking?
Desde que apareció en Estados Unidos en 2005, esta idea ha sido adoptada como forma de trabajo idónea para profesionales autónomos, emprendedores, teletrabajadores y, en general, aquellos que pueden desarrollar su labor con un portátil y una buena conexión a internet. De este modo diseñadores, programadores, periodistas, consultores o comerciales encuentran no solo un espacio de trabajo sino también un ambiente laboral abierto a la participación.
Cada vez es mayor la tendencia empresarial a externalizar parte de sus proyectos, buscando profesionales independientes u ofreciendo oportunidades a equipos con capacidad de resolver las tareas necesarias. Es también este el momento en el que pequeñas startups, flexibles y centradas en la innovación digital, pueden competir con una buena idea con empresas de mayor tamaño. Estas condiciones han encontrado en el coworking…
una filosofía laboral perfectamente adaptada a esas necesidades de flexibilidad, innovación y colaboración.
Todo ello sin los gastos inasumibles de la creación de una oficina propia de trabajo en el centro de la ciudad en el modo tradicional.
Ventajas de trabajar en un coworking
- Precios flexibles y económicos.
La primera ventaja es, como ya se ha dicho, económica. Alquilar una oficina para un autónomo o una pequeña empresa en el centro, con esa sala de reuniones que solo usas una vez a la semana pero pagas todo el mes, puede suponer un coste inabordable. Un coworking ofrece el espacio que se requiera, compartido o independiente, convenientemente equipado, con la posibilidad de acceder a salas de reuniones o eventos cuando lo necesites, servicios de recepción de correo o paquetería, domiciliación fiscal y comercial… todo con una amplia variedad de precios que se pueden adaptar a cada situación económica.
- Añade servicios de utilidad.
No se trata solo de un espacio de trabajo, la agrupación en coworking permite encontrar en el mismo lugar, y con una única factura, servicios como asesoría jurídica, fiscal o financiera, organización de eventos para nuestro negocio o conjuntamente con otros compañeros, y también concertar talleres de formación específicos. Tener todas estas opciones disponibles e integradas en el entorno laboral diario, presenta una importante ventaja de ahorro económico y de tiempo frente a la tradicional oficina individual.
- Puede impulsar nuevos proyectos en colaboración.
Este es sin duda uno de los puntos fuertes más relevantes del coworking. Las áreas comunes favorecen el contacto con otros profesionales, y la propia gerencia del espacio tiene la misión de promover esa comunicación y posibilitar la cooperación. Esto significa que, si en un momento alguien necesita incorporar, por ejemplo, un diseñador gráfico a su proyecto, seguramente tendrá varios en su entorno inmediato a los que recurrir y con los que colaborar. Los ámbitos de coworking suelen tener una variada oferta de eventos abiertos en forma de conferencias, workshops y encuentros profesionales que facilitan las sinergias entre los diversos compañeros.
- Aleja la soledad del autónomo.
Otro factor a tener en cuenta sobre la comunicación que se genera en el coworking es poder contar con un entorno laboral en compañía. Aunque no se necesite la colaboración en un proyecto, disponer de espacios comunes en los que compartir descanso y comentar experiencias aleja el sentimiento de soledad que abruma a veces a los profesionales y teletrabajadores autónomos.
- Permite trabajos itinerantes.
La flexibilidad del coworking hace posible que profesionales que hacen de la movilidad su forma de trabajo puedan tener una oficina disponible allá donde la necesiten y en el momento que la requieran. Se puede contratar un espacio por el tiempo que se desee, no hay obligaciones ni requisitos de un tiempo de permanencia. Si se necesita un lugar de reunión con clientes en otra ciudad, o si se debe trabajar en un proyecto en mitad de un viaje de negocios o semana de conferencias, los espacios de coworking ofrecen soluciones idóneas para cada presupuesto.
- Separa vida laboral de la personal
Trabajar desde casa, que la oficina esté en tu espacio personal, hace que ambas parcelas se mezclen irremediablemente y que el trabajo acabe invadiendo tiempos y zonas de ocio o descanso. Para evitar esto el coworking ofrece un espacio diferenciado que mantenga las áreas personales y familiares perfectamente separados del entorno laboral.
Mejora la disciplina con los horarios.
Es otro de los problemas ligado al trabajo desde casa: no hay una obligación de mantener un horario y, al final, no se mantienen rutinas productivas con regularidad. El coworking permite establecer horarios habituales en los que trabajar regularmente, planificando de forma adecuada ante las fechas de entrega o los plazos finales.